Agilidad en los equipos de trabajo
Una de las claves de la Agilidad es
la capacidad de trabajo del grupo, o de los diferentes grupos que se organicen
en torno a un proyecto. Ser capaces de interactuar en equipos ágiles siguiendo
las normas nos permite seguir una organización Ágil. Debemos ser capaces de
aprovechar los beneficios de esta metodología de trabajo.
La Agilidad influye en cada uno de
los procesos de trabajo, y por lo tanto también lo hace en el grupo, su
organización y su funcionamiento. En esta ocasión analizamos las
características de los equipos ágiles a partir de tres ideas transversales que
deben estar presentes en el proceso grupal Ágil, y las actitudes de los
miembros que integran el equipo de trabajo y de qué manera esto influye en los
demás.
Características de los equipos
ágiles
Antes de comenzar con las tres
perspectivas que rigen los equipos ágiles, vamos a repasar muy rápidamente
cuáles son las características básicas de todo equipo basado en la Agilidad.
Los equipos ágiles tienen un
objetivo común, que se alcanza desarrollando un trabajo conjunto.
Los equipos de trabajo son
multidisciplinares, integrando diferentes puntos de vista.
Cada grupo es libre para tomar sus
propias decisiones bajo su responsabilidad compartida.
Los equipos ágiles se
auto-organizan para llegar al objetivo marcado.
Los tres niveles de inteligencia en
un grupo Ágil de trabajo
El funcionamiento de un grupo se
integra por medio de diferentes subtareas que marcan su eficacia. Desde un
punto de vista Ágil podemos distinguir tres visiones o niveles, con los que
evaluamos equipos ágiles para determinar su correcto funcionamiento. Analizando
estos tres planos organizativos podemos determinar el éxito de los grupos
basados en Agilidad.
Inteligencia conjunta de negocio:
El grupo debe tener presente en todo momento el objetivo, sabiendo que será la
verdadera medida de su éxito. Al final cuestiones como la proactividad, la
simplicidad y la disciplina permiten que los resultados sean positivos en un
plano funcional.
Inteligencia emocional: Empatía y
transparencia generan confianza, que debe ser la base de todo grupo Ágil. La
comunicación permanente hace que el grupo avance y que la Agilidad esté
presente en cada proceso.
Inteligencia vital de grupo: Se
trata de un plano funcional, que se centra en el funcionamiento orgánico del
propio grupo. De lo que se trata es de perseguir una mejora continua, en este
caso desde un punto de vista conjunto.
Estas tres ideas son las que
estructuran el trabajo de los grupos Ágiles, y por lo tanto deben estar
presentes desde la puesta en marcha del equipo hasta la consecución del
objetivo marcado.
Los tres niveles de inteligencia en
la persona Ágil
Los valores grupales son el fin
último de los equipos Ágiles, sin embargo para llegar a ellos debemos contar
con personas que hayan interiorizado este tipo de metodología. Los tres planos
grupales que acabamos de analizar también se pueden aplicar a la persona, como
explicamos a continuación.
Inteligencia individual de negocio:
Cada miembro debe percibirse a sí mismo como un valor de calidad, capaz de
aportar algo diferente, que ayude al grupo a alcanzar el objetivo que se
persigue y ayudar a la organización entendida como la empresa en su conjunto.
Valores e inteligencia emocional:
Partiendo de la comunicación, cada persona debe ser capaz de empatizar con el
resto, formando un clima común positivo de trabajo.
Inteligencia vital individual: La
persona debe trabajar desde la humildad y el deseo de aprender, solo así
conseguimos mantenernos activos a lo largo de todo el proceso y aportar un
valor añadido en todo momento.
Los valores individuales comienzan
en cada uno, sin embargo debe reflejarse continuamente en el equipo de trabajo
organizado.
Los grupos, su funcionamiento y sus
procesos son fundamentales en las metodologías Ágiles. En Solving Ad Hoc lo
sabemos y nos centramos en este y otros temas en nuestro curso de Agilidad
Ponte Al Día. Si quieres saber más sobre grupos de trabajo y su funcionamiento
visita este post sobre los beneficios y los inconvenientes de trabajar en
equipo.
REFERENCIAS
BIBLIOGRÁFICAS:
- Márquez, G. (2018). Facilitador de Equipos Ágiles. México: Dunken.
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